¿Cuáles
son las dos dificultades más importantes que tienen que abordar los gestores de
un programa de formación continua de maestros en el país?
¿Cómo
abordar desde el diseño, el desarrollo, el monitoreo y la evaluación de los
programas de Formación continua de docentes en nuestro país?
Desde
la perspectiva de las políticas educativas que se vienen implementando en
nuestro país considero importante destacar que los lineamientos para la
formación continua de docentes en
servicio ya están establecidas en el Proyecto educativo institucional
(Objetivo estratégico 3), en el Marco del Buen desempeño Docente (4 dominios) y
en la Ley de Reforma Magisterial (Evaluación del desempeño docente). Esta
intención política nos permite visualizar desde la gestión dos problemas
fundamentales para implementar programas de capacitación:
A) El
diseño de los programas de formación continua desde el Ministerio de educación, es un problema que no quiere
desligarse una vez otorgado la buena pro al ente ejecutor del programa. Constantemente
cambian la ruta de los contenidos de la capacitación, se deja un mínimo margen
de autonomía para innovar por parte del ente ejecutor, Cuando en realidad su
rol del Ministerio es otorgar grandes lineamientos de política sobre la cual se
debe panificar, organizar, implementar y evaluar el impacto del programa. Su
actuar debe estar más bien centrado en el monitoreo durante y después de la
ejecución del programa.
B) No
contamos con profesionales idóneos y
calificados
para dirigir los programas y proyectos de capacitación. Analizando el problema del
recurso humano, esto viene desde el Ministerio de Educación que no cuenta con
profesionales competentes e idóneos para diseñar políticas y programas de capacitación
docente; al contrario los criterios de selección de personal se ha politizado. A nivel de los entes
ejecutores e algunos casos también no cuentan con personal calificado, la
selección se hace por amistad o por afinidad. Claro que existe personal
altamente calificado en nuestro país
pero las remuneraciones no es acorde a las expectativas del profesional.
A esto debemos agregar que no se evalúa el impacto posterior del programa para
verificar si realmente ha mejorado el aprendizaje de los estudiantes que es
nuestro propósito final.
Los
programas de formación continua de docentes debe ser aborda desde la
planificación retrospectiva que nos
permite hacer un análisis crítico de lo
que ha sucedido en pasado las fortalezas y dificultades para así recoger las
lecciones aprendidas. Luego considerar la planificación prospectiva para adelantarse a las necesidades y demandas que
tenemos que enfrentar los decentes en el fututo no muy lejano, para ello debo
partir de un verdadero diagnóstico para saber la situación real de las
necesidades y expectativas del docente en servicio.