Diversas investigaciones sobre gestión escolar (Bolívar,
2010) han determinado que una pieza clave para mejorar la calidad de los
aprendizajes de los estudiantes después del docente, es el Director, porque el éxito en el cumplimiento de las finalidades institucionales depende
en gran medida de su capacidad de liderar, conducir y movilizar a la comunidad
educativa hacia los objetivos y metas que más convengan a la organización (Hugo
Díaz, 2010). Pero a la hora de aplicar la teoría en la práctica, muy
escasamente se evidencia la mejora de la gestión. Desde el enfoque pedagógico
no es igual enseñar gestión, que dirigir la gestión, es saber combinar la
experiencia y el conocimiento. A decir de Edgar Morín en los siete saberes
necesarios para la educación del futuro, existen errores mentales, intelectuales,
de la razón y ceguera paradigmática del conocimiento que impiden lograr ciertos
propósitos.
El Conocimiento
y experiencia debe caracterizar a un buen
director de una institución Educativa, en tal sentido debe ser capaz de
inspirar y ganarse el respeto de la comunidad, para lograr se necesita romper
algunas barreras mentales que impiden establecer un norte en
la gestión. El punto de partida para romper
estas barreras es , la innovación educativa y que muchas veces por
cumplir con la normatividad y la formalidad, rechazamos la innovación y la creatividad.
Cuanto de nosotros dejamos de hacer innovación en
nuestras escuelas, porque creemos que ya no son necesarios. Cuando escuchamos
nuevas ideas de personas con experiencia, lo rechazamos, inclusive nuestras
propias ideas nos asustan y lo dejamos como esta por ser parte de nuestra zona
de confort. Veamos algunos ejemplos a manera de metáfora para ilustrar la idea:
Cuando ves a un animal grande, huyes. Cuando ves un
animal pequeño, se convierte en tu presa. Cuando es del mismo tamaño, te quedan
dos opciones: Eliminar o ignorar.
Esta misma lógica sucede en la gestión veamos:
Si tienes una idea pequeña lo desechas. Si tiene
una idea de tu mismo tamaño luchas o lo
incorporas a tu quehacer cotidiano. Si es una gran idea, te asustas.
Cuántas veces hemos cometido el mismo error y te retaron,
cuantas veces hemos seguido las indicaciones a pie de la letra, cuantas veces
has querido innovar y te dijeron que no….
Para que cambiar si todo funciona bien…Cuantas veces dejamos las cosas como
están y seguimos haciendo más de lo mismo. Recuerda los que se atrevieron
innovar, hoy son profesionales exitosos. Ahí está el desafío de la gestión.
¿Te atreves a romper tus esquemas mentales y poner en práctica tu
imaginación y creatividad para transformar la Gestión escolar?
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