martes, 7 de agosto de 2012

Directores que Hacen la diferencia en Gestion de RR.HH.


La Administración de recursos Humanos en cualquier organización y de manera especial en las instituciones  educativas, constituye una actividad compleja y trascendental:

ü  Porque se trata de personas con diferentes aspiraciones que buscan satisfacer necesidades personales y grupales, a la vez lograr los objetivos de la organización, por eso se afirma que por naturaleza el ser humano es insatisfecho.
ü  Por que trata de compatibilizar objetivos, intereses, expectativas, posiciones, necesidades individuales y colectivas que son fines de la administración de personal en una nueva cultura organizacional.

Entonces si queremos instituciones educativas de calidad con una dirección hacia objetivos estratégicos, que conviertan los problemas en retos, y los desafíos en oportunidades, para crecer en cuanto a calidad, equidad y pertinencia, no queda otra posibilidad de realizar cambios profundos en la gestión, fundamentalmente invertir en el talento humano ( Silvina Hutchins – Jiménez – 2006), ya que el objetivo de las organizaciones modernas de hoy, es captar y retener a sus talentos para competir en el nuevo mercado laboral. Este nuevo escenario obliga a los líderes conocer nuevas herramientas de planeamiento estratégico para garantizar el incremento de la eficiencia de sus operaciones, la satisfacción y compromiso de sus trabajadores.

Actualmente existe una alta competitividad entre las organizaciones por ubicarse en un posicionamiento que les asegure sostenibiidad y mejor liderazgo en el mercado.

En esa perspectiva las Instituciones educativas como empresa de servicio también sienten la necesidad de mejorar cada vez más su calidad y obtener un reconocimiento social. Sin lugar a dudas para lograr lo manifestado, se requiere hablar de la persona que dirige y conduce la institución, nos referimos al LIDER que toma decisiones  en equipo, el  que tiene muy claro lo que debe hacer para fomentar un liderazgo transformacional( empowerment, benchmarking, coaching). En ese sentido el Líder de la Organización no puede contentarse con desempeñar su función en forma adecuada si no fundamentalmente el líder debe tener ciertas cualidades, capaz de crear un ambiente agradable de trabajo, donde los trabajadores se sientan identificados y comprometidos con la nueva cultura organizacional, sobre todo se desarrollen y crezcan continuamente con una sólida racionalidad clave para la empleabilidad de sus trabajadores.

Por eso el verdadero líder debe apoyarse en la calidad de sus trabajadores y de las nuevas exigencias que le impone la sociedad del conocimiento e información. Si queremos una educación integral y de calidad es necesario invertir en formación de recursos humanos. (IPPE – UNESCO – 2000)

El futuro de las Instituciones educativas dependerá de la capacidad creativa e innovadora de sus docentes y administrativos, pero fundamentalmente de sus líderes que dirigen.

A partir de esta premisa nos referiremos a las funciones específicas del director que hace la diferencia en una gestión de calidad.


EL DIRECTOR DEBE SER LIDER;  DEBE APOYAR Y ESTIMULAR

Según  la autora Sylvia Schemellkes  en  un proceso de mejoramiento de la calidad el poder del director es fundamental y además, es importante decirlo, se exige de una función muy diferente de la que usualmente suele desarrollar. La calidad requiere un nuevo tipo de liderazgo, basado en la experiencia y en la convicción personal y no necesariamente en la escolaridad, edad o rango. Logra mas con el ejemplo de su coherencia de vida, con los valores que proclama y con su  consistencia que con la autoridad que procede de su nombramiento.

El director debe ser le primero y el mayormente comprometido con el propósito de mejorar la calidad. Esto significa que el director de una escuela debe sentirse responsable de la calidad educativa de esa escuela. Debe fungir como autentico líder, capaz de motivar, facilitar, estimular el proceso de mejoramiento de la calidad. En otras palabras, desempeñar un papel de animador de sus colegas y de los padres de familia, es decir, es un animador de la comunidad escolar.
Debe comprometerse a involucrar a su personal en un proceso participativo, constante y permanente para hacer las cosas cada vez mejor. Un director así no puede limitar su función al papeleo administrativo y a las relaciones con el sistema educativo más amplio y con las autoridades de  la comunidad. Tiene que conocer  a fondo todos los procesos importantes que  ocurren en la escuela y tiene que involucrarse de lleno en cada uno de ellos. A un director no se le puede cerrar ninguna puerta. Tiene que poder reunirse con los  maestros, entrar al aula, conversar con los padres de familia, entender  los problemas de los alumnos. Y, lo mas importante, le corresponde a el la difícil tarea de ser el motor principal  de un proceso mediante el cual la escuela logre  niveles  de resultados cada vez mejores y cada vez mas acordes  con las necesidades de  los beneficiarios. Como ya hemos señalado varias veces, este proceso requiere constancia.

Para la filosofía de la calidad, la clave consiste en que los directores entiendan que ello son el problema. No porque ellos  no actúen y se desempeñen como se espera de ellos que lo hagan, sino porque no asumen las funciones que acabamos de describir. Si no hay nadie que las asuma, no puede darse un proceso de mejoramiento de la calidad. Y quien las asume debe ser el director.
El director debe ser capaz de entusiasmar a los maestros para que le ayuden a diseñar un plan. A través de este esfuerzo colectivo, se va logrando que el equipo  configure y comparta un objetivo, y se comprometa a realizar lo que le corresponde para irlo alcanzando. Una vez elaborado este plan colectivo, al director le corresponde mantener una presión coherente y constante sobre la escuela para que el plan se lleve a cabo. El móvil fundamental del director, más que de ningún otro miembro del personal, es satisfacer cada vez mejor las necesidades de los beneficiarios de la escuela.

EL DIRECTOR DEBE BUSCAR QUE EL DOCENTE ESTE ORGULLOSO DE SU TRABAJO


“El director se preocupa por eliminar las barreras que privan al trabajador de su mayor derecho; el derecho a estar orgulloso de su trabajo”

W Deming

Este es uno de los elementos fundamentales de la filosofía de la calidad. El líder de un proceso de calidad debe ayudar a los docentes a trabajar  mas inteligentemente, no mas duramente. La dirección debe comprender y actuar sobre los problemas que privan al docente de la posibilidad de realizar su trabajo con satisfacción. La meta es lograr que el maestro tenga orgullo de  su trabajo. De esta manera, el director se preocupa fundamentalmente por las personas.
El líder, en vez de ser un juez que inspecciona y evalúa a las personas, es un compañero que aconseja y dirige a su gente día a día, aprendiendo de ellos y con ellos. El objeto del liderazgo es mejorar el comportamiento del ser humano para mejorar la  calidad, eliminando las causas de las fallas y de los problemas y ayudando a las personas a que hagan mejor su trabajo. Para esto, es  necesario que focalice su atención en el sistema, o sea,  en el conjunto de proceso que tienen  lugar dentro de la escuela, de forma consistente, de manera que todo el mundo haga mejor el trabajo y con mayor satisfacción. Para ello, es esencial que este en armonía  con sus trabajadores.

UN DIRECTOR SE PREOCUPA POR INVESTIGAR

Hemos procurado dejar claro en lo que hemos dicho hasta el momento que no se puede planear el mejoramiento de la calidad  de la escuela a partir de instituciones. Es necesario contar con información sólida e interpretarla correctamente. Esto significa que hay que conocer nuestra escuela y nuestro entorno. Tenemos que conocer, en primer lugar, como estamos logrando nuestros objetivos hacia  fuera, que niveles de aprendizje estamos logrando. Tenemos que conocer las condiciones y las necesidades de nuestros beneficiarios d e todos ellos y la forma en que estamos fallando en su satisfacción. Pero también debemos saber con que recursos contamos, quienes somos como equipo, que nos falta para enfrentar el reto de mejorar  nuestros niveles de logro.

Tenemos que investigar las posibles soluciones a los problemas que detectamos a los problemas que detectamos. Y tenemos que ser capaces de monitorear  el proceso de solución y de evaluar  sus resultados.

Todos estos son proceso que requiere investigación. Esta investigación no tiene necesariamente que ser  compleja; una prueba sencilla a los alumnos, una entrevista a fondo del director con cada uno de sus docentes, un conjunto de visitas a los padres de familia, una entrevista a los egresados, un análisis mas detallado de los datos que entregamos a las autoridades  superiores. Un proceso de mejoramiento de la calidad  implica hacer  todo esto para contar con información de la realidad  que nos permita interpretar, encontrar causas y diseñar soluciones. Es un paso indispensable para poder elaborar un plan en el que nos involucremos todos.  El director tiene que ser capaz de idear y de conducir este proceso de investigación.

UN DIRECTOR SE PREOCUPA POR LA FORMACION EN  EL TRABAJO

El proceso de mejoramiento de la calidad es un proceso educativo de quienes en el se involucran. Participar en un proceso de esta naturaleza implica aprender a conocer las necesidades del beneficiario: de los alumnos, de los padres, de la comunidad, en último término de las sociedades actuales y futuras. Significa aprender, en el proceso mismo, a investigar, a interpretar la información, a discernir las causas principales de un problema. Involucrarse en un trabajo de mejoramiento de la calidad significa aprender de los colegas  que ya han intentado solucionar un problema, pero también significa documentarse, conocer lo que se ha escrito respecto a las causas de los problemas a los que se están enfrentando y a los intentos de solución, conocer otras experiencias que han intentado solucionarlos y evaluar sus resultados. Implica aprender a traducir  una idea en un plan con metas a corto y mediano plazo, que pueda ser llevado a la práctica  y que pueda ser evaluado. Significa aprender a medir, a monitorear a evaluar, lo que significa también desarrollar la criticidad, la capacidad de autocrítica  y la creatividad. Pero quizás, y sobre todo participar en un proceso de naturaleza implica aprender a vivir  valores nuevos; el valor de la insatisfacción constante; el valor  de querer hacer el trabajo siempre mejor. El valor de la solidaridad; el valor de poner el objetivo hacia fuera por encima de los intereses personales; el valor de perder  el miedo a expresarse, a criticar, a equivocarse; el valor de la humildad  por la disposición  y apertura a aprender  de los demás.
Participar en un proceso  de mejoramiento  de la calidad es participar en un proceso profundamente educativo. Al director le corresponde impulsar, facilitar y estimular que este proceso se dé, el director debe saber si se están cumpliendo los estándares de calidad  de un determinado ciclo del proceso de mejoramiento, inclusive  del inicial. Cuando el sistema es estable, debe poder reconocer si hay quienes se salen del sistema. Si algunos integrantes de la plana docente no lo esta logrando, el director tiene que ser capaz de discernir entre  dos tipos de situaciones: cuando  la o las personas son capaces  de cumplirlos y no lo hacen, el director debe  imponer disciplina y cuando el o los sujetos no son capaces  de cumplirlos, debe proporcionar la oportunidad de acceder a los proceso de formación necesarios. Cuando hay personas que se salen del sistema en el sentido contrario, logrando mejores resultados que el estándar, el director debe estar atento para darles  el merecido reconocimiento que puede ser material o moral. Un reconocimiento verbal ante la comunidad de maestros  y padres de familia y ante los  alumnos de parte del director y avalado por los compañeros de trabajo, es altamente alentador.

Otro aspecto central que hay que mejorar para aumentar la calidad   de nuestras escuelas, es el de la superación profesional. Así, cuando se establecen medidas para mejorar  la calidad, después de haber analizado el problema y las causas que lo originan, no es raro que no estemos preparados para llevarlos a acabo. Es necesario que nos preparemos para hacerlo, De  esta manera, si nos preocupa que nuestros alumnos de primer grado no estén logrando los objetivos del aprendizaje de la lecto escritura, tendremos que prepararnos para introducir calidad en el proceso. Si,  por poner otro ejemplo, observamos como problema que muchos alumnos de cuarto grado se están rezagando, tenemos que prepararnos para poder brindarles atención especial sin descuidar por ello el avance del grupo como un todo. Mejorar la calidad es un proceso que exige una formación continua que se traduce en un auto mejora. Al director le corresponde impulsar  que este proceso, esencial para la calidad, tenga lugar y los resultados esperados.

EL DIRECTOR TIENE DOS RESPONSABILIDADES: MANTENER Y MEJORAR

La responsabilidad del mantenimiento del sistema se refiere a  la necesidad de asegurar que todos puedan lograr los estándares  establecidos en un determinado momento del ciclo de mejoramiento de la calidad, comenzando por el momento inicial. Para ello, es necesario que formule, con el apoyo de sus colegas, procedimientos, reglas y directivas claras, de manera que no hay dudas acerca del procedimiento establecido para lograr los actuales niveles de resultados. Así, en un inicio, el director debe propiciar que e equipo en su conjunto establezca y exprese en forma clara los mínimos estándares de comportamiento esperado para mantenerlos. Así, por ejemplo, para iniciar un ciclo, es necesario reafirmar ciertas reglas de juego. Por ejemplo, los maestros deben asistir regularmente, deben llegar puntualmente deben destinar el mayor tiempo posible a las actividades de aprendizaje; el recreo es a determinada y termina a  determinada hora; los salones  y las áreas comunes de la escuela deben estar limpias… Una vez terminado un ciclo de mejoramiento de la calidad y demostrada la efectividad de las medidas tomadas, debe hacerse lo mismo. Por ejemplo, si se decide que un problema es la poca participación activa de los alumnos en su propio proceso de aprendizaje y se toman medidas para combatir  este problema, pueden llegar a establecerse nuevas  normas: el maestro debe entregar un plan de clase en el que se estipule un porcentaje determinado de trabajo creativo de los alumnos, un porcentaje determinado de trabajo grupal. Se le puede pedir al maestro que defina el producto esperado de cada actividad participativa y así sucesivamente.

La responsabilidad del mejoramiento, es la otra cara de la moneda. Se refiere a la necesidad de dar los pasos necesarios  para ir logrando estándares de comportamiento y niveles  de logro cada vez más altos. La teoría de la calidad total en su administración estima que un director debe dedicar  la mitad de su tiempo a la responsabilidad del mejoramiento.
Hay dos maneras de lograr el mejoramiento: a través de la innovación y a través del mejoramiento  continuo. La innovación generalmente cambia radicalmente alguna práctica establecida. Un ejemplo de innovación es la introducción de la enseñanza asistida por computadora en el salón de clase. Otro ejemplo podría ser el de la implantación de un enfoque pedagógico novedoso, como la enseñanza  personalizada o la enseñanza por descubrimiento.

El mejoramiento continuo cambia poco a poco y de día a día las practicas que se han detectado como poco conducentes a la calidad. Aquí, el director  debe ayudar  a que se generen  sugerencias e incorporarlas a la estrategia general del mejoramiento. El personal esta convencido de que es necesario evitar el rezago escolar. Y sin cambiar drásticamente sus prácticas, introduce  cada día  procedimientos que le permiten  acercarse cada vez más a la posibilidad de dar atención individual a los alumnos que se atrasan, aprendiendo a no descuidar el avance general  del grupo. Así, un día  conversara durante el recreo  con alguno de los alumnos atrasados. Otro  dio se llevara  los cuadernos dentro  de ellos  para revisarlos con detalle. En otra ocasión visitara o conversara  con los padres de familia. Más adelante, podrá elaborar ejercicios especiales para que el alumno  los haga en casa con apoyo de algún familiar. Quizás se le ocurra diseñar estrategias de trabajo por equipos, en los que los alumnos más aventajados puedan trabar junto con los  alumnos rezagados y ayudarles a realizar la tarea encomendada. Ambas vías son validas, y las dos son necesarias. No obstante, es necesario advertir que es mucho más difícil adoptar y monitorear una innovación que un procedimiento de mejoramiento continuo.
Así un buen director de gestión de recursos humanos:

ü  Se informa

ü  Sabe lo que sucede en la escuela

ü  Averigua las causas de un problema

ü  Promueve el desarrollo  profesional del equipo docente que lidera

ü  Entusiasma a los docentes y a los padres  para implementar mejoras continua.

ü  Elimina barreras que impidan hacer bien el trabajo. Monitorea y evalúa resultados

ü  Promueve la constancia en la búsqueda de la calidad.

EL DIRECTOR TIENE DOS FUNCIONES: FUNCION ESTIMULANTE Y FUNCION DE CONTROL

La primera de estas funciones, la estimulante y de apoyo, está dirigida a los proceso. Es la que se  refiere a propiciar que mejoren las relaciones de manera que puedan producirse  buenos resultados. La segunda de estas funciones, la de control, está dirigida a los resultados.

En un movimiento  hacia la calidad, esta es la primera función la que se subraya y enfatiza, bajo el supuesto de que si los procesos  mejoran, mejoraran los resultados. Sin embargo, esto no significa que se descuide el control de los resultados. De hecho, el control sobre los resultados sobre el logro de mejores niveles de aprendizaje en más alumnos es la forma de evaluar si el mejoramiento de los procesos fue efectivo.

Así  un director necesita gestionar tanto los procesos como los resultados. Para poder hacerlo, necesita contar con criterios tanto para ls unos como para los otros. Dada la predominancia del modelo tradicional de administración y supervisión escolar, existen criterios mucho más elaborados para administrar los resultados: es relativamente fácil medir cuando menos alguno de los resultados esperados de aprendizaje. Sin embargo, los criterios para gestionar y monitorear los procesos han sido mucho menos desarrollados. En este caso, criterios como los de esfuerzo para el mejoramiento, consistencia en el proceso, congruencia de los que se dice con lo que se hace todos ellos criterios que conducen a que el director ejerza su liderazgo entendiendo como apoyo y estimulación parecen ser lo más indicado.
Finalmente: Una gestión de calidad será exitosa cuando existe:

ü  Una cultura organizacional de calidad basada  en principios, valores habilidades, capacidades que faciliten el análisis y comprensión de la coyuntura de manera visionaria.

ü  Una mística de trabajo e identificación plena con  la institución y con la comunidad que facilite la cohesión entre sus miembros, a fin de mejorar la calidad del servicio.

ü  Una organización flexible y funcional, capaz de adaptarse a los cambios acelerados que vive el mundo haciendo uso y desarrollo  racional de las capacidades y habilidades del potencial humano para satisfacer las exigentes demandas de la sociedad moderna.

ü  Clima e imagen institucional, basada en el respeto, solidaridad así como estimulo permanente al personal docente y administrativo que demuestra calidad en el desempeño de sus funciones.

El director líder debe tener una actitud positiva  100%, ya que es el depositario y catalizador de las energías positivas y negativas de sus trabajadores, es el que debe comprender las necesidades y expectativas de los trabajadores, pero sin que ello signifique tolerar la intolerancia.

(10 + 10 = 20, 10 – 10 = 0, 10:10 =1, 10x10 = 100)


“Ama lo que estás haciendo y serás feliz, aleja de ti la amargura y aun en lo más difícil de la vida no te olvides de sonreír”


El autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario